Por Michelle Jokisch
GRAND RAPIDS, MICHIGAN (EVH). El viernes pasado, una marcha organizada por Chaka Holly, encargada del cuidado pastoral y coordinadora de justicia de los ministerios Heartside, invito a la comunidad a formar parte de los esfuerzos en contra del tratamiento abusivo por parte de las autoridades.
Aproximadamente setenta y cinco personas marcharon en el centro de la ciudad con portavoces gritando ““What do we want? Justice! When do we want it? Now!” (Que Queremos? Justicia. Y cuando la queremos? Ahora), y con pancartas pidiendo un alto a las deportaciones.
Entre los líderes presentes estaban Lindsay Rosa, trabajadora social de los servicios cristianos Bethany, Cyndi Hicks, corredora local de bienes y raíces, Paul Teusinski, y Paul Blade, ambos residentes de Michigan.
Los cuatros compartieron sus testimonios sobre abusos causados por parte de la policía y autoridades de inmigración.
Hicks habló acerca del abuso que ella sufrió por las paradas policiales constantes y tratamiento inapropiado por parte de las mismas.
“En ese entonces yo no tenia mucho conocimiento acerca de los derechos del ciudadano, y a veces me enfrentaba a situaciones en las que los policías me obligaban a hacer cosas que no deberían ser exigidas a ningún ciudadano legal o indocumentado” explicó Hicks a los participantes.
Hicks, se ha involucrado extensamente en los derechos del inmigrante y en la reforma inmigratoria de Michigan, también compartió la historia de abuso que su esposo sufrió a manos de las autoridades de inmigración en el país.
Además la organizadora, Holley, pidió que se les haga responsable a las autoridades que utilizan técnicas de abuso.
“El gobierno ha continuado destruyendo la mente, corazones, y espíritu de la gente, y ya estamos hartos” dijo Holley durante la marcha.
Los activistas marcharon desde la avenida Division hacia la calle Wealthy terminando en el parque de los veteranos, lugar en el cual los participes se reunieron para compartir sus experiencias negativas con las autoridades.
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