Organización defensora de mujeres victimadas en Ciudad Juárez, Chihuahua, visita Grand Rapids

Por Manuel Medina
GRAND RAPIDS, MICHIGAN (EVH) 1 DE NOVIEMBRE DEL 2012. Lilia Alejandra García tenía 16 años cuando, en 2011, desapareció después de terminar su turno de trabajo en una de las muchas maquiladoras de Ciudad Juárez. Después de que las autoridades fallaran en obtener respuestas su madre, Norma Andrade, una profesora y su compañera de trabajo Marisela Ortiz comenzaron por su propia cuenta la búsqueda.
El cuerpo sin vida y con claras muestras de violación de  Alejandra fue encontrado en un lote baldío, cubierta por una sábana blanca, una semana después.
Estos echos, y el fragante femicidio acechando la región, inspiraron a Marisela Ortiz a fundar la organización “Nuestras Hijas de Regreso a Casa,” para exigir a las autoridades que frenen los asesinatos impunes, encontrar  y castigar a los culpables y organizar a las familias de las víctimas.
Ortiz estuvo en Calvin College para relatar la realidad que viven las mujeres en el estado de Chihuahua México y discutió la flagrante inpunidad con que los asesinos de dozenas de mujeres en el área.
Ortiz dijo que, después de ser negadas justicia por las autoridades, ella y Norma Andrade iniciaron su peregrinar ante las instancias judiciales, interponiendo demandas en contra de quien resulte responsable de este asesinato, sin resultados.
Su sed de justicia la llevaron  a iniciar una movilización y después organizar las familias afectadas por los asesinatos de mujeres. Cuando recurrieron a Amnistía Internacional las profesoras empezaron a sufrir de ataques verbales en la escuela donde trabajaban, además de amenazas.
Ortiz tuvo que pedir ayuda de Amnistía Internacional para su protección personal y la de su familia. Avergonzado, el gobierno mexicano le asignó, de manera temporal, personal de protección para ella y su familia.
Instada por familiares y amigos, Ortiz decidió abandonar el país por su seguridad y solicitó asilo político en los Estados Unidos.
Ortiz dijo que la lucha por los derechos humanos de las víctimas de Juárez es un compromiso no solamente de ellas, sino de todos incluyendo las autoridades que no parecen reconocer como crímen  los asesinatos de decenas de mujeres.
Es un mensaje que Ortiz dijo seguirá llevando para concientizar a la sociedad y crear un frente común en la defensa del derecho más elemental del ser humano, el derecho a vivir. {jcomments on}